Mis ojos ven pero no miran.
Oigo pero no presto atención.
Hoy me siento exhausta por mis ejercicios extracurriculares, esos ejercicios de rutina que me dejan sin aliento.
Somos más que ojos, narices y bocas, solo simples almas que intercambian fluídos y muchas cosas más.
Soy más que tu acompañante, más que cabello y entrepierna.
Mis ojos brillan hasta en la oscuridad, solo porque corre un río de chocolate sobre mi ombligo.
Este libro tiene nuevas páginas, solo porque veo maripsas gigantes y sobre todo las siento volando sobre mi, expulsando escarcha dorada.
Mandy en Gajos
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