Aparentemente Ella parece ser insencible, nadie sabe si lo sea en realidad...o sea una cuestión de disimulo.
La tranquilidad y la paciencia juegan juntos en su alma. Parece que nadie puede hacerle daño, cubierta con un caparazón transparente.
Conversa con El y no siente nada, como si ya se hubiese resignado y/o acostumbrado a ver las cosas como son, como si ya no tuviese la venda negra en sus ojos.
Dentro de sus metas a corto plazo NO está ser plato de segunda mesa, ni de El, ni mucho menos de ella misma, ya que sus sentimientos y su felicidad van primero en la lista de requisitos.
Hoy mira hacia el esterior de su ventana y vé que el Sol salió....salió para ella, para sonrojarla con su luz y hacerla sudar de alegría.
4 comentarios:
claro tenemos un caparazón en la vida que nos protege... bien lindo mierquina me acordé de un amanecer...
NO parece insensible sino agotada, exhausta, de esperar lo que no va a pasar, de mirar de frente la realidad y saber que ya no depende de ella.
Entonces hace bien en cargar sus cosas e irse.
No es un delirio. Es un renacimiento.
un abrazo fuerte estimada.
vida nueva...
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